TALKING WITH ROBIN!
La gente que me conoce sabe que les digo !Qué fresita eres! Cuando no se dan cuenta de la realidad, pero como lo digo con cariño nadie se ofende….y confieso que yo lo soy también. Aunque en estos últimos años (vamos a decir la edad) de fresita me queda poco pero no deja de estar presente. Recuerdo una infancia con mi trajecito con botas corriendo por el campo tirarme por la cuesta con un pedazo de cartón, una lata de salchichas, tres lascas de queso y un paquete de Now & Later,… jajaja como Anne with an E. Una chica súper soñadora con una imaginación enorme. Era la única nena de la casa y no tenía con quien jugar…eso incrementaba mis ganas de inventar historias. Criada entre dos hermanos que juntos era una mafia, aprendí hacer tough.
Confieso que mis niveles de paciencia y sensibilidad no se vieron afectados. Desarrollé un instinto “tomboy-lezco” que saca de quicio a varios otorgándome una X enorme en mi cara tan pronto se dan cuenta que no soy tan lerda como creen. Antes pudieron corromperme pero ahora es como si fuera un empujón del carril de salida pero como los gatos siempre caigo paradita con mis botas.
So, en esos momentos que me di cuenta que me salí del carril es que mi cerebro no desea dormir y mi corazón se inquieta comunicándome un mensaje. El cuerpo es tan maravilloso que te da la oportunidad que razones y sientas tus emociones brindándote intranquilidad y desasosiego. Te dice: “Tienes que hacer algo a respecto.” Pero, mi lado izquierdo de mi cerebro me dice: “No, como las cabras, tienes que ser más inteligente”. Estamos claros, que la gente solita cae, eso te dice que seas paciente aunque te tome la vida entera.
En ese researching de neuronas, retomo algunas lecturas irónicamente escritas por mi y que profetizo en mis narrativas… ser auténticos, libres, cambia lo que no te gusta, haz lo que te apasiona, bla bla bla. Es un culo…. literal…te das cuenta que estas cayendo otra vez en ese ciclo tóxico que descalabra tus energías.
La verdad, soy humana perfecta e imperfecta. Por más que me digo no tengas expectativas del mundo deja que las cosas fluyan… blup!!! Entonces en mi mente caótica, romántica, sarcástica y complicada dice: How the fucking hell did I end here? Pues vamos pa’tras.
Todo comienza en el deporte, en ese mundo que me enseñó tanto, y que también me enredo por el mismo principio. Una simple epopeya que busca siempre conseguir lo épico. “El Alquimista” dice que el “Universo conspira con los que sueñan”, y el deporte da un sentido de pertenencia a los retos porque no perdemos el dejar de soñar fácilmente. Tan pronto te entra la motivación (soy o somos cabeciduros te apuntas?) para lograr una meta; tu mente asocia la necesidad de lo que representa esa conquista, te persuade en encontrar la justificación y la razón de seguir adelante.
Cuando los huevos empiezan a hervir, la perseverancia pierde el sentido. Nos ubicamos en un espacio que no hay resultados, es repetitivo, vicioso y empieza afectar otras áreas. Entonces se convierte en un gasto de energía y revelo que la inteligencia pasa a ser mediocre. Y eso se pega… es un virus que te contagia y te convierte inerte como los zombies. Y es, que poco a poco, va cambiando tu narrativa sin darte cuenta. Es ahí, que empezamos a fallar o digamos “confundirnos”.
Mi cerebro me da un cachetada y me dice: “No seas una huevona, no puedes seguir gastando tu energía en lo que no puedes cambiar, reconoce que estas como los cangrejos. Si quieres cambiar algo, una persona, un espacio… todos los que componen “eso”, tienen que tener la misma actitud y voluntad que tu. Lo único que no podemos cambiar son las necesidades básicas y lo que desconocemos.”
Les expreso que cuando escribo tiendo adelantarme más de lo que mi ser luego comprende. No sé si es una bendición por la introspección o la maldición por lo tarde que reacciono.
Bueno, nos pasa a todos. En algún momento lo has sentido,… es mi deber llevar el mensaje inmediatamente para que comprendas que como dice un clásico de nuestros tiempos que puedo ver 20,000 veces: “Life is like a box of chocolates, you never know what you're going to get.” –Forrest Gump.
Cuando veas que estas stuck en la ambivalencia de una situación, detente. Vírate pa’ el otro lado, primero clarifica las diferencias en tus opciones vs. los beneficios que estas recibiendo (entiéndase físicos, emocionales, sociales, profesionales), luego compáralo con tus metas y compara cuán cerca estas. Mi querido Robin si estas lejos, ahí está la respuesta.
No pierdas tiempo o no esperes. Interviene y comprende tus emociones, tu instinto, tu mente … te está comunicando algo. Si estas sintiendo (valga la redundancia) feeling ante la resistencia al cambio, incapacidad para la justicia, pesimismo, critica, irresponsabilidad, manipulación, egocentrismo y narcisismo que te ves rodeado, la verdad que no vamos bien…eso es Tóxico. Hay que reconsiderar. Si no estas seguro, establece una fecha de caducidad. Honestamente, el cambio va de la mano con tu capacidad de creer en que lo puedes hacer; y en un espacio compartido… si lo dudas seguirás divagando y no habrá marcha atrás. Los cambios se dan cuando todos consideramos una prioridad para seguir adelante.
La toxicidad depende de diferentes factores: cantidad, duración y recorrido de exposición de lo tóxico entiéndase persona, espacio o situación; y a eso le sumas los factores humanos individuales como personalidad, educación y costumbres. ¡Boom! Una explosión.
Mientras menos respondas a lo tóxico, venenoso, infectado más poderoso serás para mantenerte en control de tu vida. Recuerda, la toxicidad se va eliminando respirando aire fresco. A mi me tocó, ahora es tiempo de colgar los guantes…pero no será por mucho tiempo para ponérmelos otra vez.