Una vez al mes, viene el jardinero a cortar la grama. Sin embargo, no significa que la grama está en todo su esplendor. En su mayoría esta seca y llena de matojos. Entonces, para que se mantenga bonita… tengo que echarle “vitaminas”, agua y hablarle para que sepa que la aprecio.
Así somos también los seres vivos. No voy hablar de lo metafórico que resuena a nivel social porque me voy a ir en un viaje sin haberme fumado nada. Me parece interesante que nos ocupemos en expresar el valor categórico que significa el autoconocimiento como parte de los aprendizajes que tenemos en los retos que te da la vida. Tu sabes… algo más existencial. Para empezar me voy al sofá para ver una película de Netflix en lo que me llega la inspiración, y como yo soy una multitasker me pongo a escribir, pagar par de cuentas y a cocinar el almuerzo pa’ la familia.
En este proceso me viene a la mente esa famosa cita feminista que dice We can do it . Que me encanta. Pero, en este viaje existencial sostiene una presión social incomparable porque nos enseña que las mujeres podemos con todo…trabajo, hijos, marido, la casa, familia, el perro o gato lo que tengas. Entonces caemos en esa dinámica puramente comercial y de intereses creados que busca hacernos sentir bien con todos los sombreros puestos. Pero, la verdad es que es lo que la sociedad impone y nosotras orgullosas nos sentimos como unas mostras. ¿Es eso correcto? Lo sabemos pero seguimos. Ahí olvidamos o vamos dejando en segundo plano nuestro Ego que aunque nos recuerda todo el tiempo que somos víctimas, el Súper yo nos manda para atrás ha reprochar cada movimiento porque tenemos responsabilidades, y el Ello ni se diga, que cuando dice tengo hambre hay que salir corriendo.
No es hasta que vemos la primera cana, decidimos ir al beauty para taparla hasta que llega el punto que tienes que cambiarte totalmente el color de cabello porque ya da igual porque perdiste tu color. Dejamos de ser quienes éramos porque vamos evolucionando, y ahí es que realmente tomamos acción. Pero, como dicen el físico no importa… una vil mentira. El físico nos hace bien es lo que hace que realmente emanemos nuestro espíritu resonando nuestro aura a mil colores.
Estudié comunicaciones porque si veo sangre me desmayo, y la verdad crecí en el ambiente de teatro y televisión, lo que provocó mi evidente gusto por escribir y producir. So, cuando hablamos de existencialismo reaccionamos solo cuando se cagó todo y no nos queda más remedio que reflexionar sobre nuestros errores y convertirlos en aprendizaje. Pasamos semanas en angustia y ansiedad que se combinan con inseguridad y miedos. Es posible que vayamos a un spa o darnos una salidita para arreglarnos pues olvidar nos hace sentirnos físicamente bien. Pero, cuando te levantas al otro día con las greñas para’ y unas ojeras… ya todo se ha ido, te das cuenta que no fue suficiente.
Somos tan “sociales” que necesitamos comunicarnos para no quedarnos con nada por dentro… buscamos hablar con muchos alguien para validar nuestra forma de pensar ante las situaciones que enfrentamos; nos atormentamos con lo que existe y no existe haciendo que tomemos o accionemos de forma errónea; nos cuestionamos todo creando escenarios que pudieran ser más simples de lo que pensamos. Es nuestra naturaleza para evolucionar física, espiritual, emocional y socialmente.
De algo he aprendido, porque nadie se escapa, y es que todo tiene un orden. Como todo mandato, se alinea para ir resolviéndose poco a poco. Hay que crecer para todos lados y no quiero ser sarcástica, tenemos que nutrirnos en mente, cuerpo y espíritu, para realmente establecer un cambio que no nos haga cagarla otra vez. En mi parábola de supervivencia y sana conservación mental capturo el entendimiento de que si deseo ser “feliz” debo trabajar con mis destrezas interpersonales que mi personalidad me impone para crear ese equilibrio entre las fuerzas del Yo, Súper yo y Ello. Al final, no es cuestión de cortar la grama para que se ponga verde hay que “tratar la tierra” para asegurar su crecimiento. Cargamos muchas heridas y reaccionamos para evitar el dolor futuro. La presión social es solo presión, tu decides las batallas. No es cuestión de sobrevivir es adaptarse. Como dije al principio ¿Qué harías para mantener tu grama verde? De todo verdad pues bien porque conseguirás descubrir tu auténtica identidad. Ya sabes en una semana no pierdas el intento porque se llenará de matojos y ya no habrá pero que valga.