FREEDOM IS POWER!
No hay semana que no falla en el mes que el Universo decide conspirar…y no hablo de ciclos menstruales; que bueno para decir la verdad en cualquier momento empiezo a pedir cacao. Sin embargo, con todas estas campañas de empoderamiento de la mujer; no olvides que lo puedes todo. Para buscarle lo positivo a esta vida que va en decadencia… pues un estrés menos para la cartera. Ni tanto, tengo hijas.
Te cuento estaba de almuerzo con mi hermana del alma…si de esas que Dios es tan misericordioso me la puso de frente ya grande, casada y a punto de parir. Porque si fuera antes de todo nuestro encuentro estuviéramos en Europa viviendo hippie style y relajadas de la vida.
Pero el tiempo le gusta que salgamos de esa zona de confort y el ser humano le gusta sufrir (diría exigirse esa búsqueda de la perfección). Que decidimos emprender en la vida para que no te cuenten, y es ahí dónde te E- M- P-O -D- E- R- A- S, la palabra favorita de muchos sectores.
Así decidimos, lanzarnos porque tenemos el PODER, la LIBERTAD y la CAPACIDAD de lograrlo. Si, si, si. Bla. Bla.Bla. Empezamos súper motivados y enfocados, siguiendo instrucciones, moviéndonos de aquí y para allá. Decidimos aguantar como los pobres, invirtiendo tiempo y dinero con la expectativa que todo irá mejor.
Durante todo este proceso…el aprendizaje es a fuerza de balas. Aprendes a ser estratégico en tus decisiones; establecer prioridades entre todos los sombreros que tienes; lo que antes te callabas ahora lo dices sin pelos en la lengua aunque a veces decidimos callarnos porque la verdad no vale la pena. Para ser honestos, así como vamos creciendo para todos lados, el cerebro (en ocasiones) evoluciona. Tengo suerte. Lo que antes te gustaba ahora te harta; lo que no, ahora lo toleras; y lo que desconocías por miedo, ahora es un reto.
A estas alturas de mi vida, puedo afirmar que el 70% de sensibilidad que tenía a la humanidad ha bajado a un 40%; que el 60% de esperar algo positivo de la gente ha bajado a un 30% y la paciencia que tenía en un 100% se fue por el barranco y solo queda un 20%. Como tengo una bola de cristal sé que piensas que he perdido la Fe y la Esperanza. Bueno, no necesariamente. Te explico.
Entre pobres, plebeyos y sinvergüenzas, corremos para salvarnos. Es como esas series de tv que el mundo ya se acabó; y los que estamos no sabemos qué es la que hay, pero se mueven como cardúmenes. A menos que seamos salmones, en contra de la corriente. Entonces, hay es que mi cerebro se complica y se va años luz; recordando varios momentos cruciales en la escuela, universidad y trabajo, de frases que lesionaron mi subconsciente afectando mis niveles de potencialidad creativa. Fue la experiencia la que me adjudicó la capacidad de no tener miedo, valerme y arriesgarme… y si la cago… pues la cagué.
La sociedad, los amigos, la familia nos presenta la pobreza, el fracaso como lo peor del mundo. Si no estudias, no sirves, si eres empleado no creces, si eres atletas y no ganas medallas retírate y si la prensa pone palabras como Arropados, Perdimos, Muerte, Vergüenza…estamos jodíos. So, vivimos en una narrativa pésima que promociona la queja y la poca acción; el mantengo porque es un derecho, la parcialidad en opiniones porque vivimos en una democracia; quién puede vivir en paz si estamos todo el tiempo exigiendo…gente eso se pega. Aprendamos ha desprendernos un poco de lo tóxico.
Lo que se puede se hace lo que no, pues no va; el que quiere cooperar que coopere, el que no, que se vaya a freír espárragos, el que se enajena de la sociedad, pues que sea feliz pero no presione con sus pensamientos a los demás que solo queremos algo del bizcocho que se reparte en la sociedad para pagar lo que nos exigen.
Es tiempo de rework los pensamientos. Estoy segura cuando lees este headline piensas que narro la historia de dos chichas pobres pero la realidad es que no. La verdad empezamos sin nada…sin padrinos, presupuesto, una que otra alianza y partimos de ahí para empezar a tomar decisiones de lo que queremos en la vida. No te digo que ha sido fácil pero nunca me había sentido en libertad y control. Mi pregunta es querido lector tienes miedo a ser pobre (y no mezclemos la religión? O estas dispuesto (a) asumir lo que realmente quieres en la vida? ¿Qué esperas? Validación, reconocimiento, oportunidad? Piensa bien, a veces es nuestro subconsciente el que nos hace detenernos y tomar decisiones que nos desenfocan porque lo hacen es buscar aprobación, fe o conformidad; y ni te das cuenta. Confía en que sabrás cómo manejar las situaciones, y si te caes pues pasó. Ya sabes que ese tipo de zapato no funciona sigue buscando al final lo importante es que sabes caminar.