#REVISTA CUPEY
Llegaron las vacaciones de nuestros hijos y con eso miles de ofertas para el verano. Nos preguntamos ¿ y qué vamos hacer con ellos durante estos próximos dos meses si tenemos que trabajar? El resuelve… campamentos de verano. Pero ¿cuál escogemos? ¿por dónde empezar? ¿qué voy hacer? Revista Cupey realizó una búsqueda de recomendaciones y aquí les tenemos un resumen para facilitar el proceso. Esperamos que disfruten de este manjar en tres pasitos. Lee y comparte.
PRIMER PASO:
Pregúntate como padre ¿qué es lo que estás buscando para tu hijo durante el verano y qué necesita? El Verano es un break de la rutina, pero también es buen momento de buscar alternativas que ayuden a crecer a nuestros hijos, compartir en familia, reservar momentos para descubrir nuestros alrededores, en fin para prepararlos con experiencias ventajosas antes de que regresen a su nuevo semestre escolar. Las actividades de verano son oportunidades para crecer, conectar, conocer y enfocarse.
Luego categoriza tu necesidad en ¿cuál es el propósito? (1) Un cuido, (2) una experiencia o (3) desarrollo de habilidad (destrezas). Todo dependerá de la edad del niño y que cumpla con las expectativas establecidas y el valor por tu dinero.
PASO DOS:
Siempre defino esta parte como scope (o landscaping) del ambiente. Compara entre lo tradicional y lo que es tendencia…como se ajustan a tu presupuesto, necesidad y gusto. En esta etapa es excelente integrar a nuestros hijos en esa búsqueda para planificar el verano; así aseguramos que está dentro de sus gustos, carácter, estilos y que exploran diferentes direcciones en su vida. Quizás le interesa estar en un campamento con múltiples actividades, o en otro más enfocado en alguna especialización como: deportes, artes, diseño y costura, orfebrería, ebanistería, danza, idiomas, computadoras o robótica, etc. Si tienes familia con negocios, es una buena oportunidad para que trabaje y se gane su dinero.
Preparen las opciones y discutan lo que puede esperar, para juntos tomar la decisión. No importa la edad, desde que son pequeños, los niños demuestran ciertas inclinaciones y es saludable que manifiesten sus inquietudes. Aunque le dé “la fiebre” de algo (como decimos), hasta que no experimente, no sabremos si es realmente lo que está buscando. De lo que sí debemos estar seguros, es de que la experiencia sea valiosa para su desarrollo.
PASO TRES:
¿Qué tipo de credenciales tiene el campamento?…es lo mismo que cuando buscamos una escuela para nuestros hijos. Hay que observar y cuestionarse: quiénes son los organizadores, qué certificaciones poseen, cómo es el espacio que se utilizará, cuáles son las logísticas de trabajo y cuál es la agenda de actividades….en otras palabras “la carne” o los “ingredientes del bizcocho”.
Detalles que debes conocer:
Cantidad de tutores a cargo vs. cantidad de niños que se atenderán
Menú con opciones veganas, vegetarianas o para alérgicos…¿hay meriendas y líquidos para hidratarse durante el día?
Pagos adicionales por excursiones (o giras)
Horarios de funcionamiento regular y extendido
Experiencia de los líderes y cómo se organizan los grupos
Personal de enfermería, salvavidas, conocimientos de primeros auxilios y CPR